Me dio pena ver como lloraba su amo al despedir a su amigo de 10 años, que crió desde pequeñito y que era un perro policial.
Se llamaba Apolo Von-Byrne, ya le quedaban unos meses para jubilar y se murió de un ataque al corazón reteniendo en el estadio a los sublevados de una barra brava.
Ese día vi en la televisión el homenaje que le hacían con salvas de tiro y le entregaban a su amo-carabinero su chalequito doblado en un triangulo. El carabinero emocionado al ser entrevistado decía que muchos sabrían como el se sentía en ese momento... y se aguantaba de llorar, sus palabras no daban más, su rostro triste debía aguantar sus sentimientos.
Sé que Apolo comprendía esa situación, como sé tambien que Apolo lo sintió llorar de verdad muchas veces en su casa, con su familia y con sus amigos.
Adios amiguito perro y gracias por tu trabajo.
Tu amiga Ofelia.
1 comentario:
Apolo ahora esta corriendo sin distraccion en una ciudad de nubes...
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